Tarde. Esa es mi palabra favorita: tarde. Para el amor, para la vida, para el odio, para el rencor, para el recuerdo, para el desamor. Opacidad de pensamiento, sonrisas ridículas, pruebas en contra de los sentidos, suspensión rebosante de la presencia de Dios.
¿Cuándo es mejor decir adiós? A veces las decisiones apresuradas son las más certeras porque no dan paso a la indiferencia, no hay lugar para recibir una avalancha desatendida de reproches, no cabe la duda, ni los fenómenos materiales, ni tampoco las palabras de las bocas serias. ¿Para qué pensar?
Porque en el mundo es de día y es de noche, porque los amaneceres son oscuros y las noches son claras. Porque entre las tinieblas se escribe, porque la frustración, dice Steiner, es un fundamento oscuro.
En honor al desequilibrio de la creatividad, viene en forma de renovados callejones sin salida, esta escena a mi cabeza.
Hay días en que es mejor eludir la presencia de la tarde. Solo el día y eternamente la noche.
El marido de la peluquera
(Matilde)
Mi amor, me voy antes de que te vayas tú. Me voy antes de que dejes de desearme, porque entonces solo nos quedará la ternura y sé que no será suficiente. Me voy antes de ser desgraciada, me voy llevando el sabor de nuestros abrazos, llevando tu olor, tu mirada, tus besos. Me voy llevándome el recuerdo de los mejores años de mi vida, los que me diste tú. Te beso infinitamente, hasta morir. Siempre te he amado, no he amado a nadie más. Me voy para que nunca me olvides.
Le Mari de la Coiffeuse. Francia. Dirección: Patrice Leconte.
A todas aquellas que por amor, transpasan las fronteras invisibles de la guerra.
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De niño bailaba canciones del moro,
el baile venía de adentro y así se inventaban los modos.
De niño soñaba olores profundos,
las mezclas de espuma, colonia
y sudor de unos pechos desnudos.
Creció con su sueño y un día le dijo:
Acabo de verte y ya sé que nací pa' casarme contigo.
Matilde mi vida, Matilde mi estrella,
le dijo que si nos casamos Antoine y bailó para ella.
Y abrázame fuerte que no pueda respirar,
tengo miedo de que un día
ya no quiera bailar conmigo nunca más.
Cariño y ternura, colonias y besos,
te tengo, me tienes,
quisiera morirme agarrado a tus pechos.
El amor es tan grande, tan sincero y sentido,
que un día de lluvia Matilde
acabó por tirarse en el río.
Y abrázame fuerte que no pueda respirar,
tengo miedo de que un día
ya no quiera bailar conmigo nunca más.
Mejor buenos recuerdos que un pasado perdido,
por eso un buen día Matilde acabó por tirarse en el río.
Lo que fue tan hermoso que no caiga al olvido,
te estaré recordando por siempre
Matilde que tú no te has ido.
Y abrázame fuerte que no pueda respirar,
tengo miedo de que un día ya no quiera bailar conmigo.
Abrázame fuerte que no pueda respirar,
tengo miedo de que un día
ya no quiera bailar conmigo nunca más.
Tarde: El hijo de la novia
Ana Cristina, es hermosa esa canción. Además, el mejor complemento, muchas gracias por recordarla.