Si un movimiento del azar me pidiera entregarle mi corazón al casquillo de una bala suicida lo haría mirando a un amor imposible. Los sentimientos que despiertan los amores imposibles, tanto como los de verano, son probablemente los más puros que puede experimentar el corriente tejido humano. La puntada perfecta se da cuando se tiene pleno conocimiento de que no puede esperarse nada, que el uno nunca será para el otro y que todo quedará perdido en el mar, o en lo profundo de una montaña, como algo bello, que pasó y que sirve como bálsamo para el alma.
Y, ¿qué puedo decir de los amores estáticos, de esos que se prometen durar para siempre? En este momento, si el casquillo de la bala suicida me lo preguntara, le diría que los entierre, que la fidelidad eterna es una norma que no estoy dispuesta a respetar.
Ahora, si se cruza frente a mí, estático y paralizado, un amor imposible, lo tomaría como un cuchillo y lo guardaría, como algo que me amenaza, que me hace la vida y la consciencia imposibles, pero que siempre, puede ayudarme a recordar que el amor más puro es aquel que no existe.
Ahora, ¿alguien puede ayudarme a identificar esta escena de cine?
Maggie: Era tan hermoso saber que me querías. Lo más hermoso del mundo para mí. Si yo creyera que no habrías de volver a quererme nunca, en fin, cogería el cuchillo más largo que encontrara y lo hundiría en mitad de mi corazón; lo haría, sí. ¡Oh! ¡Brick! ¡Hasta cuándo ha de durar este castigo, esta penitencia! ¿No he cumplido ya mi condena? ¿No tengo derecho a pedir perdón?
Brick: En estos últimos tiempos tu voz de colegiala tiene el tono del que corre gritando que hay fuego en la casa.
Maggie: ¿Y eso te extraña? ¿Tú sabes cómo me encuentro? Como una gata en un tejado de zinc recalentado por el sol.
Brick: Pues salta del tejado, salta. Los gatos saltan de los tejados sin hacerse daño, anda, salta.
Maggie: Como he de saltar. Y dónde.
Brick: Diviértete.
Maggie: Cómo puedes decirme eso. Yo no puedo pensar más que en ti. Aun con los ojos cerrados te veo siempre.
Cat on a Hot Tin Roof. Director: Richard Brooks. Guión: Richard Brooks, James Poe, basado en la obra Cat on a Hot Tin Roof de Tennessee Williams. Protagonistas: Elizabeth Taylor y Paul Newman.
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The cat in the roof. Una escena realmente inspiradora para los amores imposibles, aunque estén tan cerca como Elizabeth Taylor y Paul Newman en esa cama.