Gris. Es la ciudad de los recuerdos: Alemania. Un hombre, como cualquier otro, trabaja. Una cámara y un carro lo persiguen, todo es calma, cine del más puro, belleza inigualable. El diálogo es escaso, unas cuantas palabras cruzadas preparan un final tan hermoso como la sensación del olvido.
Advertencia: la idea de la sección escenas es recordar. Si no se ha visto La vida de los otros (Florian Henckel von Donnersmarck, 2006), además de no perdonárselo y de darle una orden directa para que por lo menos la alquile, también le recomiendo no leer este contenido. Ahora, si usted es como yo, de esos que se deja sorprender y que no le importa saber cuál es el final de la película, adelante, tómese un Carmenère y lo invito a mi sala de cine.
Gris. Es la ciudad de los recuerdos: Alemania. Un hombre, como cualquier otro, trabaja. Una cámara y un carro lo persiguen, todo es calma, cine del más puro, belleza inigualable. El diálogo es escaso, unas cuantas palabras cruzadas preparan un final tan hermoso como la sensación del olvido.
Georg Dreyman (Sebastian Koch) observa desde un auto a Hauptmann Gerd Wiesler (Ulrich Mühe) lo mira así como miran los escritores: con delirio. No sabe que en unos meses morirá. El director de la película tampoco. Al público le tomó por sorpresa.
Georg sabe la verdad, tiene que escribirla. No quiere conocer a HGW, no por ahora. Un archivo, miradas a distancia, las cosas aunque parezca, no cambian con los años, el tiempo no es un dios supremo. La historia prevalece. Una librería, aunque parezca obvio un libro, un libro para HGW, una Sonata para un hombre bueno, La vida de los otros.
Esta es tal vez, una de las escenas más hermosas que he visto en la vida. La recuerdo con los ojos convertidos en lagunas y la veo con las lágrimas caer. Definitivamente, en este mundo, hay cuerpos con los que es mejor nunca encontrarse.
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a mi también me pasó cuando ví esa increíble última escena. las lágrimas salen de los ojos, establecen un reto. ¿a cuántos en el mundo les pasará lo mismo con esa película? ¿y hasta qué punto odiarán su época? sin duda, la película ha dicho una de las cosas más bonitas que podrían decirse de la literatura
Siempre prefiero no saber el final de una película, como ya la he visionado pude leer y ahora compartir mi impacto.
Digamos simplemente que en ocasiones te das cuenta que cambiar de ideas solo depende de ver el mundo con una mirada mas amplia, que tus decisiones pueden proteger la vida de otros o destruirlos, a veces directamente, en otras de forma anónima. En todo caso sospechas que otros también han intervenido tu vida con sus actos. En mi caso particular no sabría como responder a ese efecto mariposa que hace que entre cada ser humano haya solo seis grados de separación. Por lo pronto si la vida los conserva en su anonimato los prefiero así, y al fin y al cabo que es la vida sin esa magia.
increíble, no olvidaré esta escena jamás. Alguien puede decirme si este libro existe? o hay algo relacionado con él?