
-No se ría cada vez que acuchillen, bateen, disparen, destrocen a alguien. Sea sutil. Hay un tiempo para todo.
Bienaventurados los que saben esperar porque de ellos será el reino de los violentos y desalmados (des-almado como una caricatura).
-En cada plano pasa algo. Esté pendiente.
-Esta es una película de la Segunda Guerra Mundial de interiores, por lo que no hallará grandes enfrentamientos bélicos ni persecuciones ni bombardeos, todo lo anterior queda mal en una alcoba. Pero todo lo que puede pasar entre cuatro paredes (y cuando digo todo, quiero decir todo) pasará.
-La película es una mezcla de Historia y rock and roll. Aprovechen y aprendan incompetentes y mediocres jóvenes estudiantes de audiovisuales de las escuelas oficiales de enseñanza: la irreverencia es un estado del espíritu.
-Preste suma atención al primer capítulo; a la escena del restaurante cuando se encuentran Goebbels, el coronel Landa y Shosanna; a la escena del bar en el sótano; y a la de la velada del preestreno de la película. Si puede, repítalas, apréndase los diálogos, emborráchese y vuelva a verlas, son lecciones de arte, de cine, de literatura, de crimen, es la expresión de un talento inverosímil, desmedido.
-Si quiere verlo de esa forma puede hacerlo, la película es un homenaje al cine en estado puro. Un homenaje muy americano. Y como todo homenaje hay gente que no sale bien librada, como el malo de la película.
-El último plano con Aldo y Donny mirando a la cámara es el equivalente estético al plano del maletero con Vincent y Jules en Pulp Fiction: el nacimiento de un arquetipo visual y las palabras de un director convencido de sí mismo. Es la serpiente mordiéndose la cola.
-No se confunda si en muy poco tiempo se siente conmovido con una lágrima y luego delira con el absurdo hilarante de una frase o un gesto. Déjese llevar. Las personas mueren, a veces aplastadas por un semáforo o disfrazadas de torero en alta mar.
-Si se le ocurre pensar que el pelotón de los bastardos es desaprovechado, sígalo pensando porque tiene toda la razón.
-No importa lo que pase, recuerde que la mejor película de Quentin es Bastardos sin gloria. Recuérdelo siempre.
“La irreverencia es un estado del espíritu”, me encantó eso. Anotaría que Bastardos sin Gloria también está llena de ironía, de humor negro y de crítica social. Un homenaje muy norteamericano donde los norteamericanos tampoco salen bien librados. Agrego que hay que ponerle atención a los aspectos pintorescos, muy de Tarantino, dicen los cineastas que repetirse a uno mismo es tener estilo. Sin duda alguna, el malo de la película se lleva todo lo bueno y pues Shosanna no se queda atrás, brindo por las mujeres que derrochan simpatía. Muy buena la reseña, le agregó a la lista de películas del cineasta: Kill Bill y Reservoir Dogs, son geniales.
Brindo también por esas mujeres y por los bastardos políglotas y por los que acribillan las vertientes de la historia que habían sido ineludibles pero que en el cine se vuelven frágiles... Es lo mejor de Tarantino sin duda pero como no se ha muerto sé que nos va a premiar con la que sigue. También espero que algún día haga una película con un ninja, con un zombi o con un vampiro.